El poder de unos ojos y una nueva perspectiva a la hora de analizar una experiencia compartida como la secundaria no puede ser exagerado. En Wilsonville, muchos de los estudiantes de último año han pertenecido a familia desde sus primeros años en la escuela primaria, creando una burbuja fortificada de la comunidad y relaciones establecidas.
Teniendo esto en cuenta, la incorporación de estudiantes transferidos es un activo inestimable, ya que nos permite evaluar nuestros sistemas libres de prejuicios predeterminados. La clase de último año de Wilsonville High School tiene la suerte de contar con incorporaciones como éstas: dos estudiantes que recientemente se transfirieron de nuestra escuela hermana, West Linn.
A través de reflexiones sinceras y relatos de primera mano, nos adentramos en las experiencias de estos estudiantes, explorando las motivaciones que les llevaron a tomar la decisión de trasladarse, los retos a los que se enfrentaron por el camino y las oportunidades que les esperaban en su nuevo hogar académico.
Mercer Nance y Omar Hassan se trasladaron de West Linn a su escuela hermana más pequeña, Wilsonville High School. Nance se trasladó durante el segundo semestre de su tercer año, describiendo su primera impresión de la escuela: «Mi primera impresión en Wilsonville fue que todo el mundo era tan acogedor hacia mí hizo que la transición fuera tan fácil».
Una de las mayores diferencias entre West Linn y Wilsonville High Schools es el tamaño de las clases. West Linn cuenta con una población de alrededor de 1.900 estudiantes, y sólo su clase senior tiene alrededor de 450 estudiantes matriculados.
Por otro lado, Wilsonville High School tiene una población de alrededor de 1.300 estudiantes, alrededor de 300 de los cuales forman parte de la clase senior. El salto de una clase más grande a una más pequeña puede ser un shock para un estudiante. Nance y Hassan citan este hecho como una de las diferencias más significativas e influyentes entre las dos escuelas.
Además, ambos estudiantes afirman que los entornos de West Linn y Wilsonville son muy diferentes. Con las clases más pequeñas, hay más conexión entre los estudiantes en Wilsonville, una especie de pequeña ciudad vibra que emana a través de la escuela secundaria y la comunidad por igual.
Debido a este tamaño más reducido y a la conexión, los estudiantes coinciden en que las clases son más personales y fáciles de seguir. Además, Nance cree que los deportes son mucho más inclusivos: «Wilsonville en los deportes realmente da a cada persona una chance de mostrar su potencial.»
Nance y Hassan dan fe de la emoción de hacer nuevos amigos y la belleza de experimentar algo fresco y diferente. Para estos dos estudiantes transferidos, las amistades han llegado fácilmente, sobre todo gracias a que conocían a personas que habían estado asistiendo a Wilsonville antes de su transferencia.
Tener contactos establecidos puede ser muy útil para facilitar la transición a un nuevo centro de enseñanza. Nance habla de la belleza de formar estas nuevas amistades: «Socialmente, he mejorado y he aprendido muchas cosas interesantes sobre mí misma.
Nance explica que «ser extrovertido te llevará muy lejos cuando conozcas a gente nueva. Esto es especialmente útil porque iré a la universidad súper lejos, donde no conoceré a nadie».
Es evidente que nuestros nuevos estudiantes de transferencia están prosperando en sus nuevos entornos y han sido bien recibidos por la comunidad de Wilsonville High.
Cuando se les pide que aconsejen a los futuros estudiantes transferidos, tanto Hassan como Nance elogian ser extrovertidos y simpáticos, y aconsejan a los estudiantes que se expongan y sean ellos mismos.